EN BUSCA DEL PESO!!!

15 sep

LilySlim - Personal pictureLilySlim Weight loss tickers
•18:43
La etapa más difícil del adelgazamiento

Qué es una meseta y cómo superarla

Cuando se lleva a cabo un plan, a veces la bajada se detiene. Es una fase normal del proceso, pero muy temida. ¿Por qué sucede esto y qué podemos hacer para estimular nuevamente el descenso de peso?

En algunos momentos del tratamiento es posible que el descenso de peso se detenga durante un tiempo, que puede ser más o menos largo. Es lo que se denomina meseta. Esta situación suele presentarse en ciertas oportunidades:

  • Después de haber bajado una cantidad importante de kilos, por lo general más de diez.
  • Cuando hay que dejar atrás una cifra significativa, por ejemplo, un número redondo como los 80 ó los 90, más aún, los 100 kilos.
  • Cuando se llega a un peso en el que previamente se había estado mucho tiempo estabilizado. Al subir y al bajar, determinados pesos resultan "familiares" o "cómodos" para el organismo y éste tiende a mantenerse en ellos con más facilidad. Es lo que se llama el peso confortable. Para algunas personas puede representar el fin del descenso, porque parecen no encontrar la motivación que los induzca a hacer el esfuerzo necesario para salir de ese peso confortable. Para otros significa un descanso que les permite reunir fuerzas y volver a empezar.
  • En ciertos casos, este peso confortable puede ser el resultado de haber aflojado un poco los controles, tanto en la alimentación como en la actividad física. Esta situación suele ser frecuente porque entran en equilibrio los esfuerzos que requiere bajar de peso y la incomodidad de estar gordo.
  • Determinados estados especiales pueden contribuir a una meseta: el período premenstrual, un reposo en cama prolongado o etapas de gran estrés (exámenes, mudanzas, problemas personales importantes).
  • Otra causa de la meseta obedece a razones metabólicas: hay una adaptación al plan y el cuerpo responde menos, le resulta más trabajoso bajar. En ciertas circunstancias puede haber mayor retención de líquidos, con lo cual la grasa sigue disminuyendo pero el peso se mantiene estable en una cifra.


¿Cómo se sale de una meseta?

Independientemente de cuál sea la causa por la que el descenso se detuvo, no hay ninguna razón valedera para pensar que no va a poder retomarse. En ese momento lo más importante es no perder la paciencia y, sobre todo, no abandonar el plan ni el acompañamiento profesional o de un grupo.

Luego hay que pensar en revisar aspectos de su programa y hacer algunos ajustes:

  1. ¿Está haciendo todas las comidas sugeridas?
  2. ¿Sus porciones son iguales a las del comienzo?
  3. ¿Agrega más aceite a sus ensaladas?
  4. ¿Le pone más queso rallado a sus comidas?
  5. ¿Se está excediendo con las carnes, los fiambres o los quesos?
  6. ¿Está tomando bastante líquido?
  7. ¿Está bebiendo más alcohol?
  8. ¿"Pica" entre comidas?

Si su respuesta a las preguntas 1, 2 y 6 fue no y a las 4 , 5, 7 y 8, , ya tiene una pista de lo que está sucediendo.

  • No deje de llevar su diario. Revise sus anotaciones de las últimas semanas: es probable que descubra que se relajó un poco. Siga anotando las comidas que realiza durante unas semanas y observe qué pasa. Registrar todo lo que come le servirá para trabajar sobre sus hábitos de alimentación. Le proponemos que se convierta en un protagonista activo: podrá identificar más claramente sus dificultades y aprenderá a reconocer las desviaciones del programa.
  • Planifique mejor sus comidas. Quizás esté necesitando reordenarlas un poco. Y por sobre todas las cosas, no se alarme. A casi todo el mundo le sucede que después de hacer durante un tiempo las cosas bien, se empiezan a aflojar algunos controles y los resultados ya no son los mismos.
  • El sobrepeso probablemente lo acompaña desde hace tiempo… Si esta vez usted se decidió a intentar algo distinto, algo más duradero, tiene que armarse para superar dificultades, no verlas como obstáculos insalvables.

Si contestó a las preguntas 1, 2 y 6 , y no a las 3, 4, 5, 7 y 8, revise su nivel de actividad física. Tal vez necesite aumentar la intensidad o el tiempo, o buscar otra alternativa que le parezca más divertida y lo estimule más. Es probable que el problema esté en su metabolismo. La forma más adecuada de trabajar sobre este aspecto es incrementar el movimiento. Intente:

  • Caminatas más largas, o más veces a la semana, o más rápidas: pueden servir para romper el equilibrio.
  • Comience a practicar algún deporte que venía postergando: tomar clases de tenis, tal vez decidirse por algún gimnasio o por una pileta.

Si hace tiempo que está considerando este tema y se encuentra en una meseta, éste es el momento de actuar. Consulte a su médico o nutricionista. Entender que la meseta es un momento más de un proceso que lleva tiempo y esfuerzo es la mejor forma de estar bien preparado para cuando aparezca.

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